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Nadie conoce a tu hijo adoptado mejor que tú

Nadie conoce a tu hijo adoptado mejor que túCon frecuencia, las familias adoptivas sentimos que se nos mira y se nos juzga de manera más estricta que al resto. ¿Será que algunos piensan que el no haberlos parido disminuye nuestra capacidad de tomar las decisiones adecuadas con respecto a su educación?

Muchos adultos bien intencionados se sienten en la obligación de señalarnos todo lo que creen que estamos haciendo mal: “¿Aún duerme con pañal?”, “Lo tenéis muy consentido, los niños necesitan mano dura”, “Déjale que llore, te está tomando el pelo“…

No te dejes abatir por los comentarios de los supuestos “expertos en niños”. Puede que sean personas de tu confianza, a las que consideres sensatas y que su intención sea buena. Pero no olvides que cada niño es diferente y que nadie conoce a tu hijo mejor que tú.

Sabes mejor que nadie lo que necesita tu hijo para seguir creciendo.

– Haz oídos sordos a los comentarios del tipo “a su edad ya debería…”. Las comparaciones siempre son odiosas pero, en el caso de los niños adoptados, lo son aún más. La adopción supone un punto de inflexión en su evolución, pero no elimina de golpe las huellas de un pasado diferente. No siempre tuvieron las condiciones para aprender y avanzar al ritmo de los demás, y es normal que necesiten más tiempo para dormir sin pañal o para manejar determinadas situaciones.

– No dejes que os agobien. Si tu hijo no está aún preparado para adquirir un hábito determinado (dormir solo, controlar la orina, o leer de corrido), presionarle sólo hará que los dos lo paséis mal.

– Respeta su ritmo y acompáñale en los momentos difíciles. Cuando no consigue hacer lo que de él se espera, el niño se siente frustrado. Enfadarse o reprenderlo aumenta su desazón, pero no suele dar resultados.

– Si te preocupa un comportamiento que se repite o tienes dudas, consulta a un especialista en adopción. Muchas comunidades autónomas y asociaciones tienen servicios gratuitos de postadopción). Una charla a tiempo con alguien que tiene experiencia con niños adoptados puede darte una nueva perspectiva del asunto y evitar que se convierta en un problema enquistado.

– Haz caso a tu intuición y tu sentido común. Cada niño es único, y al tuyo lo conoces tú mejor que nadie. Nadie mejor que tú para entender qué necesita en cada momento para sentirse seguro y poder seguir avanzando. ¡Eres el mayor especialista en tu hijo que existe sobre la Tierra!



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