Como sabemos mantener una higiene adecuada en nuestro bebé es sumamente importante, pues además de ser fundamental para su salud, el recién nacido se encuentra relajado y se siente fresco. Lo cierto es que existen algunos errores asociados a la higiene diaria, bien sea por falta de información o simplemente porque no han aconsejado hacerlo de ese modo, y lo peor de esto es que podrían tener consecuencias negativas en su salud y en su piel.
Aquí tienes algunos de los errores más comunes que se comenten a la hora de asear a nuestro bebé. Presta atención a lo que no debes hacer.
Ojo con los bastoncillos de algodón y los jabones perfumados
El bebé puede bañarse todos los días, si bien muchos pediatras coinciden en que hacerlo unas tres veces por semanas es suficiente para mantenerlo aseado, especialmente si sufren dermatitis atópica, ya que la grasa que cubre su piel podría verse alterada y entonces empeorarían los síntomas. Lo importante es limpiar bien los genitales después de cada cambio de pañal.
Presta atención al jabón que utilizas para bañarlo. Lo ideal es que sea específico para bebés, porque son hipoalergénicos y cuentan con un pH neutro. El jabón no debe ser perfumado pues su manto de grasa de podría ver alterado también.
No sumerjas al bebé completamente hasta que se le haya caído el cordón umbilical. Hasta que no llegue ese momento, deberás lavar esa zona con una esponja con agua tibia y evitar esa zona. Recuerda que la temperatura ideal del agua es de unos 37 grados. El resto sí puedes sumergirlo.
Si es un niño no retires la piel del prepucio a la hora de asearlo, pues precisamente esa piel le está protegiendo de posibles infecciones. Si es una niña, no limpies primero la zona anal y después la vaginal, pues las bacterias podrían pasar a la vagina y provocar también una infección o enrojecimiento.
Limpia la zona del cordón umbilical con una gasa mojada en alcohol de 70 grados. Presta atención a esta zona cada vez que el cambies el pañal. No tengas miedo de hacerle daño, pues esta zona no tiene sensibilidad.
Ten mucho cuidado a la hora de utilizar los bastoncillos de algodón para limpiarle los oídos, pues está comprobado que en ocasiones se introducen más de la cuenta y arrastrando el cerumen hacia dentro, provocando infecciones e incluso alguna herida. Debes pasarlo solamente por la parte exterior de la oreja para que se mantenga seca y limpia, nada más.