¿En qué se diferencia una adopción y un acogimiento permanente?

Aunque el amor no entiende de papeles, jurídicamente una adopción y un acogimiento permanente son cosas distintas. Te explicamos las diferencias entre una y otra.

Son muchas las razones por las que la familia de un niño puede no estar en condiciones de hacerse cargo de su cuidado: problemas graves de salud, enfermedad mental, drogodependencia u otras circunstancias. Cuando esto ocurre, los servicios de protección de la infancia acuden en su ayuda y se encargan de tutelarle y buscarle un hogar sustituto.

Cuando es improbable la recuperación de la familia de origen y la vuelta del niño a ella, la adopción y el acogimiento permanente son dos soluciones que buscan lo mismo: dar al menor la posibilidad de crecer en una familia, el entorno adecuado para que se desarrolle plenamente y se convierta en un adulto equilibrado.

Diferencias entre adopción y acogimiento permanente.

Cada caso es distinto, pero como regla general podemos decir que:

– En la adopción, el niño pasa a ser hijo de sus nuevos padres con todas las consecuencias y se rompen los vínculos con su familia biológica. En el acogimiento,los acogedores tienen la guardia y custodia pero no pueden, por ejemplo, administrar los bienes del menor.

– El acogimiento permanente es preferible cuando, aunque no se puedan hacer cargo de su crianza, es bueno para el niño mantener la relación con su familia de origen. (Pensemos por ejemplo en un niño de 12 años que no conoce a su padre y cuya madre, con la que mantiene una buena relación, no saldrá de prisión antes de que sea mayor de edad).

– En el acogimiento, los servicios sociales trabajan con ambas partes y supervisan encuentros regulares con la familia de origen. Las dos familias deben asumir que van a jugar roles diferentes en la vida del niño, y que es bueno para él que todos se esmeren en mantener una actitud respetuosa y cordial con la otra familia.

– El día a día de un padre o madre de acogida es similar al de cualquier otro padre o madre. Aunque no lleve sus apellidos y existan otras personas importantes en su vida, la familia acogedora es quien se ocupa de él, le proporciona cariño, alimentos y cuidados, le despierta por la mañana y le da el beso de buenas noches.

– Tanto para convertirte en familia adoptiva como en acogedora, debes pasar antes un estudio y ser declarado idóneo. Un equipo formado normalmente por un psicólogo y un trabajador social evalúan si tus circunstancias son válidas para adoptar o acoger a un niño.

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