Esta sabia pauta de prevención consiste en una consulta al ginecólogo (ver en la GUÍAconsulta pregestacional o previa al embarazo) y en la realización de ciertas pruebas genéticas.
El objetivo del consejo genético es prevenir las transmisiones de enfermedades hereditarias de padres a hijos.
¿Quiénes pueden necesitar el consejo genético? Habrá casos que lo necesiten y se ignore, pero existen otros en los que estaría plenamente indicado y justificado.
Los más conocidos son: padecer o ser portador, cualquiera de los dos progenitores, de una enfermedad hereditaria; antecedentes familiares de patologías hereditarias; abortos de repetición; tener hijos con cromosomopatías o alteraciones genéticas (síndrome de Down, por ejemplo), o edad materna muy avanzada.
En estos casos será necesario al menos el llamado estudio citogenético del cariotipo, es decir, de los 46 cromosomas (23 aportados por la madre y otros 23 por el padre). Estas pruebas no están disponibles en todos los hospitales, pero el ginecólogo nos asesorará, en caso de que sean necesarias, de adónde debemos acudir.