Siempre se ha dicho “los niños son como esponjas”, refiriéndose a que son capaces de aprender muchas cosas con facilidad. Puede ser una frase que dé lugar a muchos debates, sin embargo sí que hay una gran verdad y es que los niños toman a sus padres como un referente para su desarrollo.
Enseña a tu hijo a ser positivo
Cuando están en pleno desarrollo, los niños lo aprenden todo mirando a su alrededor, y los padres son sus mejores profesores. Un niño imitará todo lo que vea en su casa, así como también su estado de ánimo cambiará mucho según el que tenga sus padres. Por ejemplo, si un padre está deprimido, el niño se sentirá igual. Si una madre está muy cabreada, el niño estará de mal humor.
Por este motivo es importante ayudar a los niños a ser más positivo. Pero antes que nada, tienes que aprender a no compadecerte de ti mismo. El cambio a la hora de enseñar a un hijo comienza contigo. Si un niño te ve teniendo pensamientos pesimistas, lamentándote de ti todo el día, acabará pensando que eso es lo normal. Así que, lo que tienes que hacer es buscar el lado bueno de la situación. Conseguido esto, podrás comenzar a enseñar a tu hijo a tener pensamientos positivos:
- Cambia su punto de vista: Los niños puede parecer que siempre son felices, pero lo cierto es que su estado de humor cambia mucho más rápido que el de un adulto. Tienes que ayudarle a cambiar su punto de vista para que pueda aprender a ser más positivo. Para ello puedes contarle un cuento con juguetes o ponerlo en situaciones que tendrá que aprender a ver el lado bueno de las cosas.
- Ayuda a que aprenda a valorar lo bueno: Todas las situaciones tienen su lado bueno y su lado malo. Pero es importante que los niños aprendan a valorar lo bueno, y para ello podrías hacer que cada día anote las cosas buenas que han sucedido en ese día, para que pueda mirar la vida con otra perspectiva.
- Debería reflexionar sobre lo que dice: Un niño puede decir muchas cosas, y no siempre estas son buenas. Por eso, cuando le vayas a decir algo, haz que reflexione sobre lo que dice. Por ejemplo, si está haciendo los deberes y dice algo como “No puedo con esto, es muy difícil”, entonces deberías decirle algo como “¿No puedes? ¡Si el otro día lo hiciste sin problemas!”. Esto le motivará mucho.
- Ten paciencia con tu hijo: A la hora de enseñar a sus hijos a ser más positivos, muchos padres fallan al perder la paciencia con ellos. Con los niños hay que tener muchísima paciencia, de modo que escucha todo lo que tenga que decirte y no pierdas los papeles, por mucho que tu pequeño pueda estallar en una rabieta o diga algo que te afecte.
- Debes ser un compañero con el que pueda resolver sus problemas: Muchos pensamientos negativos de los niños están relacionados con algún problema que no son capaces de resolver por si mismos. Ante esta situación, tienes que ayudarle a encontrar una solución. Tienes que ser su guía y su compañero, dándole las herramientas necesarias para que pueda aprender a salir del problema por si mismo.
Siguiendo estas claves, no vas a tener ningún problema al preparar a tu hijo para que pueda enfrentar a la vida con una perspectiva positiva y sepa salir del pozo del negativismo cuando esté cayendo en él.