Actualmente, las madres tiene dos opciones a la hora de alimentar a su bebé. Cada uno tiene ventajas e inconvenientes. La elección depende de las características familiares y circunstancias personales de cada uno, pero la lactancia materna es la opción que más beneficios tiene para tu bebé, tanto a nivel afectivo como alimenticio, ya que todavía no se ha podido igualar los beneficios de la leche materna con los sustitutivos de leche de fórmula. Eso no significa que darle biberón sea malo, significa que la lactancia materna es mejor.
Se aconseja un mínimo de seis meses de lactancia materna para aumentar las defensas del niño. Si la madre trabaja, a veces no puede prolongar más este periodo, pero ahora disponemos de gran variedad de adelantos técnicos que pueden ayudar a continuar el amamantamiento durante más tiempo. Sacaleches muy evolucionados, la leche se puede congelar en recipientes adecuados y se la pueden dar en un biberón, etc.
Se recomienda un mínimo de seis meses de lactancia materna para aumentar las defensas del bebé.
El vínculo afectivo entre madre e hijo depende tanto de la implicación emocional como de la forma de lactancia. Es muy importante disfrutar de este momento de intimidad con tu bebé, buscar un entorno agradable y tranquilo para comunicarte con él, con la mirada, las caricias, palabras tiernas mientras él come.
Hemos de pensar que el recién nacido, no tiene conciencia de sí mismo y hasta ahora no había sentido ni hambre, ni frío, ni sueño y le va a costar un poquito adaptarse a estas nuevas circunstancias, todo es nuevo para él, así que hay que arroparle y ayudarle en su crecimiento y descubrimiento de su nuevo entorno.