La estimulación temprana o precoz es un método muy extendido para el desarrollo del bebé en algunos países, por ejemplo, en Pekin organizan carreras de bebés a gatas en las que más de 100 bebés tomaron parte en esta competición; por supuesto no todos llegan a la meta, algunos asustados por el revuelo rompen a llorar y no quieren ni moverse.
¿Se debe fomentar la estimulación precoz desde su más tierna infancia? ¿Qué relación tiene gatear deprisa con el desarrollo intelectual?
Estas son algunas de las preguntas que se nos ocurren, y resulta que en realidad si que hay una conexión entre el desarrollo psicomotriz y el desarrollo intelectual. Según el eminente psicólogo suizo Jean Piaget, el nacimiento de la inteligencia surge tanto de la sensorialidad como de la motricidad, esto quiere decir que cuanto más se mueva el niño más desarrolla sus conexiones neuronales, por lo que el gatear estimula el desarrollo intelectual.
La estimulación temprana no debe confundirse con una sobre-exigencia al bebé.
Es muy importante entender que exigirle al bebé o niño más de lo que puede llevar a cabo ya que puede desembocar en estrés infantil, y que nunca debe ponerse al niño bajo presión deportiva extrema. Dicho esto, ¡cuánto antes mejor! A partir de los 6 meses de vida, el bebé esta listo para gatear, pero para eso hay que dejarlo en el suelo boca abajo, aunque al principio se canse un poquito, es importante estimularlo con algún objeto que llame su atención para que haga el esfuerzo de empezar a moverse.