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El chupete, ¿aliado o enemigo?

chupeteEl chupete en sus variadas formas y colores es el mejor ansiolítico infantil no natural. Sustitutivo del pecho materno y posteriormente del dedo o “pipa”.

No todo los niños lo necesitan de la misma forma. Unos no saben vivir sin él otros lo rechazan muy pronto, pero todos lo reclaman cuando están cansados, tienen sueño o enfadados.

Falsos tópicos sobre el chupete:

  • Deforma los dientes de manera permanente.
  • Retrasa el habla.
  • Si no se quita a tiempo les impide su crecimiento psicológico.
  • Se vuelvan mimados o caprichosos.
  • Hay que quitarlo a los dos años.

Estas afirmaciones que todos hemos escuchado alguna vez no tiene ningún fundamento de realidad. El chupete, demostrado y avalado por prestigiosos médicos estomatólogos, no deforma el paladar, sólo cuando se abusa puede llegar a alterar la forma de los dientes de leche, pero al cambiar la dentición estos efectos se solventan sin mayores problemas.

El hecho de estar enganchado al chupete no dificulta de ningún modo la pronunciación o la adquisición del lenguaje. Puede enmascarar una timidez o inseguridad detrás de su uso abusivo o incluso una falta de autoestima.

Compulsión a la retirada del chupete.

Cuando se retira el chupete es importante que el niño lo tenga claro y lo haga de forma consensuada. En ningún momento, hay que retirarlo a la fuerza o antes de tiempo. Ya que puede llegar a producir una necesidad de buscar una alternativa, y a menudo suele ser la comida. Peden volcar su ansiedad en una compulsión a la comida, Sustituyen el chupete por algo que chupar: caramelos, chuches, chupa-chups, chicles…etc.

Primero hay que irlo retirando durante el día, para reservarlo sólo para dormir alrededor de los dos años. A partir de aquí, hay que empezar a superar los pequeños retos que le separan de la autonomía antes de retirarlo. Dormir de un tirón o decirle adiós al pañal nocturno deben ser logros que antecedan a olvidarse definitivamente del chupete.

Un buen sistema, cuando llega este momento, el niño ya duerme sin problemas y ya no se hace pipí por la noche, podemos ayudar a que se despida del chupete dejándoselo al ratoncito perez, los reyes magos o el papa noel dependiendo de las fechas, a cambio de un regalo.

Paso a paso y todo a su tiempo. Hay niños que necesitan su aliado nocturno hasta los 4 años, y otros le dicen adiós sin problemas al cumplir su primer año. La evolución personal de cada uno está siempre por encima de cualquier receta. Hay que vigilar la dependencia excesiva y ayudarle a que no se esconda detrás de su querido chupete.



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