Acaba de entrar en las 29 semanas de embarazo, prepárate para la recta final, aumentarás cerca de 5 kilos… Sí, lo sé, te estarás sintiendo hinchada, también tus pies, las palmas de tus manos y tu rostro.
Otras molestias como la acidez estomacal, el estreñimiento y los gases debido a que tu abdomen se encuentra más comprimido, son normales.
A esto pueden sumarse las hemorroides, no son otra cosa que venas hinchadas en el recto, suelen producir picor y en casos más graves, son dolorosas y sangran.
Si tu tipo de sangre es del factor Rh negativo, puede que ya con 29 semanas de embarazo cumplidas, tu médico te indique tomar inmunoglobulina Rh, es un medicamento que sirve para evitar que tu bebé presente ictericia al nacer, esto produce anemia y color amarillento en la piel y ojos del bebé.
Parece un panorama un tanto desalentador, pero tampoco debes tomarlo de esa forma; piensa que es normal, todas las embarazadas pasamos por lo mismo y luego del parto poco a poco todo vuelve a la normalidad. No te angusties, intenta disfrutar todo lo que puedas.
Tu bebé con 29 semanas de embarazo.
Mide unos 37 centímetros y pesa cerca de 1,2 kilos, sus glándulas suprarrenales han comenzado su desarrollo. En éste periodo intentará dar la vuelta para descansar en el cuello uterino y como se dice comúnmente “Colocarse”, aunque probablemente continuará moviéndose, todavía no será definitivo. Es probable que sientas movimientos más bruscos tales como, golpes en las costillas; su espacio se ha reducido y ahora lo notarás más.
Tú bebé se mueve unas 10 veces por hora.
Gracias al desarrollo que ha conseguido su cerebro, es capaz de regular su temperatura corporal, a la vez que continúa produciendo células nerviosas.
No debes descuidar tu dieta, ya que tu bebé necesita muchas vitaminas y nutrientes, para que tengas una idea, requiere algo menos de un vaso al día de calcio.
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