La más popular de las técnicas anestésicas durante el parto en el que la madre permanece consciente es la epidural. Consiste en inyectar un anestésico en el espacio epidural, que interrumpe temporalmente la emisión de los impulsos dolorosos. Se trata de un procedimiento seguro si es realizado por personal entrenado y es capaz de evitar totalmente la sensación dolorosa durante las fases de dilatación y de expulsión.
La sanidad española ofrece la epidural a todas las embarazadas. Realizada por personal bien entrenado, evita el dolor durante las fases de dilatación y expulsión.
La sanidad española, tanto el sector público como el privado, la ofertan a todas la embarazadas, salvo que haya alguna contraindicación médica expresa. Esta práctica exige que la parturienta permanezca encima de una mesa de partos. Lo que implica que el mejor momento para aplicarla sea la fase de dilatación, cuando por diferentes razones la madre deberá adoptar una postura fija recostada o semiechada para facilitar los movimientos de expulsión. En algunos casos será necesaria una episiotomía (incisión en el periné: entre la vagina y el ano) para aumentar el canal del trayecto final de la salida del bebé.
Creo que merece la pena preguntarse ¿Cuál es el papel del dolor durante el parto? ¿si es recomendable eliminarlo? Además de cuáles son las consecuencias sobre la secreción de oxitocina y el papel tan importante que desempeña esta hormona para que el parto llegue a buen término.
En Castellón de la Plana a las mujeres no se les reconoce el derecho a la epidural total. Si estas de parto y vas al Hospital Público de la ciudad por la noche, fines de semana o festivos no te la suministran por falta de personal cualificado. Es una vergüenza que la mujer no tenga aquí garantizado el derecho a elegir si quiere o no quiere la epidural. Mientras el gobierno valenciano de la Generalitat con Camps al frente hace “oidos” sordos a esta reclamación y no invierte en nuestra sanidad pública.